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Learn more- Amanece. El canto de los pájaros saluda el alba en medio de la lluvia en el Valle del Aburrá. Los buses llevan los obreros y los estudiantes a sus labores. En la finca agroecológica ubicada en las laderas que circundan la ciudad, Mario ordeña la vaca para alimentar a su familia. El programa de radio ¿Cómo amaneció Medellín? acompaña el despertar del Valle en el centro y en la ladera, anticipando el concierto urbano que crecerá con el día.
Margarita se levanta y hace negocios inmobiliarios. Guillermo ejercita el cuerpo en el billar, mientras la familia de Mario araña la tierra aprovisionando de alimentos a la ciudad por medio de la tienda Col y Flor.
A mediodía llega la hora del almuerzo; la verdura se lava, los restaurantes públicos se llenan de comensales. Las noticias de televisión hablan de atentados y la sangre queda en el asfalto.
Corren las nubes sobre los vidrios de los edificios, el agua se precipita sobre los cables eléctricos cayendo en las alcantarillas y jalando las telarañas. En la tarde Margarita asiste a su costurero para crear y hablar con sus amigas de historias que la acompañan.
Un boxeador vestido de amarillo, azul y rojo se confronta con su fantasma en la calle. Los jubilados echan carreta tomando tinto de pie en una acera de la avenida Oriental con la Playa. Mario habla con preocupación de la educación que reciben sus hijos, la cual sólo los forma para salir del campo y no para continuar en él.
El sonido de la ciudad llega a su clímax con el ocaso para darle lugar al silencio de la luna nueva.
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